La mayoría de las cooperativas utiliza algún dispositivo tecnológico para llevar a cabo sus trabajos, principalmente para la gestión de procesos auxiliares como la comunicación o la gestión administrativa (teléfonos, ordenadores, tabletas, etc).
En este campo, las cooperativas son grandes conocedoras de las ventajas de cooperar y establecer alianzas con diferentes instituciones y empresas. No en vano existen modelos dentro de la economía social (las cooperativas de segundo grado), regulados.